El alcoholismo es una enfermedad progresiva y mortal, que afecta tanto al individuo que la padece como a las personas que lo rodean. Esta adicción se puede generar desde los 12 hasta los 90 años de edad.
Además, existen casos en que la enfermedad puede desarrollarse en personas en edad avanzada, es decir, un individuo puede vivir su adolescencia sin probar alcohol o sólo consumirlo esporádicamente, y llegar a la adultez o a su vejez para convertirse en un alcohólico.
De acuerdo con información publicada por Hospitales Angeles, existen dos tipos de alcoholismo:
- Genético: Son las personas que empiezan a beber desde la adolescencia y que generalmente desarrollan el alcoholismo hacia los 25 o 30 años de edad.
- Ambiental o tardío: Son los individuos que los primeros 30 años de vida no sufren de alcoholismo y después por razones de trabajo, de su medio ambiente o de condiciones existenciales desarrollan la enfermedad. Este tipo es muy típico en jubilados, pensionados, viudas, etc.
Los especialistas señalan que no se puede asegurar que el alcoholismo es hereditario, porque si esto fuera cierto se podría determinar cuál de los hijos de un alcohólico lo será también.
No obstante, existe una predisposición genéticamente determinada, de manera que los hijos de alcohólicos tienen un 25% más de probabilidades de tender hacia esta enfermedad, que los individuos que no provienen de una familia con este padecimiento.
Recuerda que la mejor manera de prevenir el alcoholismo es a través de la educación y la información.
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